El propósito

Aunque casi nunca nos lo preguntamos, casi todo lo que hacemos en la vida y en el día a día responde a un propósito, a un «para qué», el cual -a su vez- puede responder a la búsqueda de un beneficio o a evitar una pérdida.

Y con nuestro dinero ocurre lo mismo: gastamos o ahorramos para algo. Entonces a la hora de establecer nuestros planes financieros podemos empezar por hacernos esa pregunta: ¿Para qué voy a ahorrar o invertir?

Lo que nosotros proponemos en nuestra asesoría al hacer estos ejercicios es identificar esos propósitos para luego poder armar diferentes planes y alternativas en función de los objetivos.

Mientras tanto tengamos en cuenta que establecer el propósito es lo que nos va a animar a sostener el plan que encaremos porque habrá momentos de comodidad y también de esfuerzo y sacrificios que sólo sortearemos con la fuerza que nos da imaginar el momento del sueño cumplido.

Algunas de los propósitos que más escuchamos y sobre los que se puede planificar con tiempo:

/ Jubilación activa. Planificar el momento en el que se termina de trabajar para otros por edad y años de aportes pero con mucha energía y proyectos personales para seguir colaborando con otros y generando ingresos necesarios porque aún no se acumuló lo suficiente para retirarse.

/ Vivienda propia. En algunos casos para alcanzar lo necesario para el total y en otros, para poder tomar un crédito hipotecario. Algunos clientes planifican -con tiempo- la vivienda de sus hijos.

/ Fondo para educación. Este fondo se puede usar para sostener un estudio universitario o de posgrado de hijos y/o nietos.

/ Fondo para un emprendimiento. Algunos clientes combinan el fondo de estudios con el de la jubilación activa para un potencial emprendimiento familiar que aproveche la energía de los hijos con la experiencia de los padres.

/ Otros proyectos familiares: viajes en familia; regalos; celebraciones religiosas o sociales [casamientos, fiestas de 15; mayoría de edad]

Otros propósitos de ahorro e inversión tienen que ver con cuestiones emocionalmente más difusas; no se sabe pero «por las dudas»:

/ Desempleo. Un fondo líquido para cubrir el tiempo necesario hasta la re-inserción con el trabajo que merecemos.

/ Incapacidad o enfermedad grave. Los gastos médicos pueden estar cubiertos pero el tiempo hasta que se puede volver a trabajar, a veces de hasta 12 meses, se puede comer parte de nuestros ahorros

/ Fallecimiento. Al morir una persona, muere su capacidad de generar ingresos. La familia dependerá de los ahorros.

Si ya descubriste tu propósito o tenés otros, te propongo que pases a la segunda etapa.

Fijar las metas. Cuánto y cuándo lo vas a querer.